Existe un índice llamado Poder Adquisitivo Big Mac, elaborado por la revista The Economist que emplea referencialmente el precio de la famosa hamburguesa en distintos países, para determinar si su moneda se encuentra sobrevalorada o infravalorada respecto a otra divisa.
En economía no todo tiene por qué ser aburrido, si yo te hablo de la teoría de paridad de poder adquisitivo (PPA) podrías voltear los ojos y suponer que se trata de un ladrillo, pero como en toda ciencia social la clave está en la comunicación, vamos a centrarnos en la aplicación práctica de este modelo a través de un producto que conocemos muy bien todos: la Big Mac.
El Índice Big Mac es un mecanismo que emplea el precio de la burger de McDonald´s de manera uniforme en todo el mundo, de lo contrario no sería un indicador fiable. La razón es que se fabrica igual en cualquier ciudad del planeta, con ingredientes idénticos y con los mismos costes del pie de fuerza laboral, por lo que es una métrica homogénea para analizar el mencionado indicador macroeconómico.
Cuando comparamos el precio de la Big Mac en nuestra moneda local, lo convertimos a dólares y el resultado es inferior a lo que nos costaría comprarla en Estados Unidos, significa que nuestra divisa se encuentra infravalorada (respecto al dólar). Es importante tener en cuenta que existen otros indicadores para medir la PPA con una precisión más exacta, dado que el índice Big Mac ignora muchos factores en el corto plazo que afectan el valor de las divisas, como un cambio de gobierno o una pandemia.
Para interpretar bien este indicador, se da por sentado que el mercado es eficiente y la relación entre las monedes se basa en los precios de los bienes comercializables en el país en cuestión, factor que se cumple con el ejemplo de la Big Mac ya que de no ser así, sería un producto sensible de arbitraje y perfectamente un viajero podría comprar la hamburguesa en Barranquilla y venderla en Seattle obteniendo beneficios sin riesgos.
Para entenderlo mejor tomemos como ejemplo el Índice Big Mac del 2016, cuando la hamburguesa costaba 4,93 USD en Estados Unidos y 3,72 EUR en la eurozona. Si convirtiéramos el precio europeo de euros a dólares, basándonos en el tipo de cambio del momento (1 EUR = 1,075 USD), encontraríamos que la hamburguesa en Europa costaba 4 USD, siendo más barata que su homónima americana.
Esto significa que el euro está infravalorado en contraste con el dólar y la moneda del viejo mundo debía apreciarse en un 18,9% para acoplarse al tipo de cambio real. Aquel año, únicamente Suiza, Suecia y Noruega poseían una Big Mac más cara que la estadounidense, evidenciando que el franco y las coronas eran las únicas divisas sobrevaloradas respecto al dólar, lo que significa que eran economías con mayor capacidad de compra y de poder adquisitivo.
¿Qué crees que podría hacer Colombia para que el peso le siga acortando diferencia al dólar americano?