A propósito del paro de motociclistas convocado para el pasado miércoles 23 de noviembre, oportunamente el Gobierno anunció mediante las carteras de Hacienda y de Transporte, que la tarifa proyectada para la póliza SOAT bajaría en un 50% frente al 2023 para un grupo muy selectivo de propietarios.
La medida anunciada aplicará de manera exclusiva para las motos de bajo cilindraje que no superen los 200 centímetros cúbicos de motor, microbuses urbanos, autos de negocios y de servicio público, y se espera que entre en vigor a partir del 1 de enero de 2023.
De acuerdo con lo manifestado por el Ministro Ocampo, el propósito principal de esta nueva medida es procurar que todos los conductores cuenten con el SOAT, y además, promover controles estrictos por parte del Estado y de las compañías aseguradoras frente a los fenómenos de fraude y evasión que permean este tipo de pólizas.
A pesar de lo anterior, esta nueva medida supondrá una importante carga fiscal para el país, teniendo en cuenta que la reducción del 50% del SOAT costará al Estado un estimado de 2 billones de pesos que saldrán directamente del bolsillo de todos los que contribuimos al fisco.
Ahora bien, considero que esta medida responde a una necesidad fundamental exigida por el gremio de los motociclistas, teniendo en cuenta que un poco más del 50% de los conductores no cuentan con el SOAT dado su alto costo. Esto, naturalmente conlleva que se presente un alto porcentaje de inmovilización de los vehículos, los cuales en su gran mayoría son también los instrumentos de trabajo y subsistencia.
No obstante lo anterior, no debe perderse de vista la otra cara de la moneda y las incidencias negativas que esto tendrá para el sector privado. Especialmente, las aseguradoras tendrán que replantear su esquema de pólizas SOAT y alcance del amparo otorgado, teniendo en cuenta que de acuerdo con la nueva determinación del Gobierno se verán afectadas a nivel corporativo y fiscal.
Finalmente, teniendo en cuenta que según el Ministro de Transporte ésta será la primera medida del conjunto que se tienen proyectadas en relación con el SOAT, es imprescindible que también se tengan presentes las necesidades de las aseguradoras, para de esta manera llegar a un consenso que sea viable para todas las partes involucradas.