Criptocorralito: ¿FTX acabó con la fiebre?

Tengo una amiga, Gabriela, fanática de las criptodivisas y el otro día me escribió ofuscada por WhatsApp “¿viste? Binance se cagó el mercado”, mientras adjuntaba gráficos del valor derrumbado del bitcoin. Cómo Gabriela, cientos de tuiteros se expresaron con malestar, asegurando que era el final de los criptoactivos y que estas inversiones eran una estafa. 

Pero interpretemos esto como un caso de actores más que de producto. Piénsalo así, en el mundo han quebrado bancos y nadie dice que el papel moneda es un fiasco, pero vamos a verlo mejor. FTX, uno de los principales exchanges del mundo, tuvo que pedir un rescate al no contar con suficientes activos líquidos en reservas para hacer los pagos acumulados. ¿Cómo hace un intermediario del calibre de FTX para deteriorar tanto la confianza de sus clientes que colectivamente retiraron sus depósitos y ahogaron a la compañía en una aguda iliquidez?

Tal vez la respuesta esté en Sam Bankman-Fried, el CEO de FTX y de otra empresa muy relevante para el caso: Alameda Research, un fondo de inversión que trabaja con criptoactivos. Es decir, tenemos un tipo que encabeza un negocio para comprar, vender y atesorar criptos y a su vez encabeza un vehículo inversor en esta misma materia. ¿Qué podría salir mal?

FTX tenía su propio token con una posible emisión ilimitada, el FFT y por la proximidad entre ambas compañías, el principal activo sobre el que operaba Alameda Research era precisamente este. Más de un tercio de sus activos se concentraban en este recurso y de derrumbarse, AR quedaría insolvente. Pero el problema más grave no era que estuviera sobreinvertida en un activo emitido arbitrariamente, sino que ese mismo activo era terriblemente ilíquido. Nada más un tercio de todas las FTT´s estaban en circulación comercial y el resto los tenía guardados AR.

A pesar de eso, el precio del activo lo determina su valoración general en el mercado y las pocas unidades disponibles para especular balanceaban el precio de todas las FFT´s, incluyendo las de AR y si se calentaba su comercio, el stock de la empresa en esta unidad también incrementaría en el papel. 

Por supuesto, es una “leguleyada financiera”, el precio estipulado responde a una manipulación contractiva de la oferta y si pusiéramos en circulación todas las FFT´s, su precio se desplomaría. Con esas finanzas infladas como el Junior de Comesaña era imposible obtener rendimientos ¿y cuál fue la decisión de Alameda Research para repartir dividendos de sus “valorizaciones constantes”? Fácil, endeudarse en dólares y respaldar las obligaciones sobre FTT. 

Cuando esto salió a la luz pública, Binance, quien tenía participación en FFT, liquidó todo su stock, derrumbando el precio del activo y desatando el pánico de los inversionistas. La gente comenzó a sospechar que FTX sostenía e inflaba el precio de su token comprando FTT´s con los depósitos en criptos de sus clientes, por lo que en manada pidieron los reembolsos de sus activos y FTX no tuvo liquidez para responder.

En inicio Binance mostró interés en absorber FTX y responder a sus acreedores, una idea de la que desistió después de auditar sus cuentas, al descubrir que no era un caso de iliquidez sino de insolvencia y la diferencia entre activos y pasivos supera los 8000 millones de dólares. El problema generó un “criptocorralito”, exchanges como Génesis y BlockFi han suspendido los retiros por miedo a afrontar problemas similares y al mercado no le conviene que el pánico se apodere del sector. 

Seguramente el colapso de FTX es un hecho, algo que no está mal porque aquellos jugadores que no se adapten a las dinámicas comerciales y hagan mal las cosas deben desaparecer. Como consecuencia, los inversores le demandarán más garantías al sector (sin ir más lejos Binance anunció que auditará sus cuentas para garantizar que los depósitos de sus clientes no se usen de formas arbitrarias). 

¿Podemos decir que es el fin de las criptodivisas? No es la primera vez que un exchange grande desaparece, anteriormente ha sucedido y aunque en el corto plazo activos como bitcoin o ethereum se desplomaron, también han vuelto a recuperar valor. Es importante entender que no todas las criptodivisas son iguales ni funcionan para lo mismo, sin embargo ese es otro tema que dejaremos para otra entrada de este blog.

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