Durante los últimos meses la economía nacional se ha visto fuertemente afectada por la inflación, lo cual se ve reflejado en un aumento desproporcionado en el costo de vida de todos los colombianos, ya que el alza de precios se manifiesta desde los productos de la canasta familiar, hasta el agua, electricidad y combustibles.
A pesar de lo anterior, el presidente Gustavo Petro ha señalado que el fisco colombiano tiene un déficit sumamente importante derivado de la presunta falta de pagos del impuesto al combustible, que según cifras oficiales, alcanzó a llegar a los diez billones de pesos trimestrales. Hay que decir, que de acuerdo con el precio internacional del petróleo y la tasa representativa del mercado influenciadas por los conflictos internacionales actuales, en Colombia el precio de la gasolina inicialmente debía oscilar entre los $16.000 a $18.000 pesos por galón.
Bajo este escenario, el Gobierno anterior tomó la determinación de mantener el precio del combustible con la finalidad de evitar una mayor inflación. No obstante, teniendo en cuenta que la nueva reforma tributaria tiene como pilares fundamentales la atención de programas sociales, se generan serias dudas acerca de si el Gobierno Nacional va a seguir subsidiando el déficit fiscal generado por Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
Así pues, el aumento de los precios de la gasolina es un hecho inminente que afectará el bolsillo de millones de colombianos, sin embargo, es una cuestión necesaria dado el déficit fiscal que ha generado este tema en la Hacienda colombiana. Ahora bien, el reto del Ministro José Antonio Ocampo estará en lograr compaginar la necesidad fiscal del Estado, con la necesidad social y el revuelo que esto puede generar en muchos gremios del país que se verán fuertemente afectados por este fenómeno.
En mi criterio, la solución está en hacer un aumento gradual de los precios del combustible, y establecer dentro de la reforma tributaria un subsidio menor a los anteriores para el FEPC. De esta manera, se podrá lograr una mejor adaptación económica de la sociedad colombiana frente a los nuevos retos fiscales que propone el Gobierno de Gustavo Petro.